MVV TERRES DE L’EBRE

Gracias y más gracias:
El agradecimiento es indispensable en el reconocimiento de una gesta ya sea por el motivo que sea. Las gracias de esta crónica son tan extensas que a lo mejor me dejo algún agradecimiento (lo siento).
Todo empezó cuando a finales de julio, Iván Pastor (el promotor y cabeza pensante de esta carrera) nos propuso a un grupo de amiguetes correr el “marató de les vies verdes” el 30 de octubre. A partir del 1 de agosto nos empezó a pasar los entrenos para llegar en óptimas condiciones, pero por motivos familiares y/o profesionales los entrenamientos se veían difíciles de alcanzar por todos los miembros (Iván, Sito, Coco, Carlos, Manolo y yo).
Además, en mi caso, fui padre un mes antes de la carrera, así que durante el mes de octubre mis entrenamientos se combinaban con cambiar pañales, descansar cuando la niña nos dejaba, etc etc. Pero los ánimos de todos los compañeros de esta batalla eran suficientes para superar estas bonitas adversidades.
Y llegó el 30 de octubre. No habían nervios, ni tensión, ni preocupación… Y todo ello gracias a mis GRANDES compañeros/amigos de la batalla. El trayecto  en bus hasta Bot (punto de salida del maratón) fue de lo más motivador!! En el bus sólo se escuchaban a los Trilercavones reirse y reirse, porque somos únicos!!!
Ya en carrera, los primeros kilómetros fueron más rápido de lo que habíamos planificado, pero con las risas de Coco, Sito e Iván se hizo ameno. En el kilómetro 8-9 nos quedamos la manada solos. Qué bonito y reconfortante era correr todos juntos!!
Mis piernas, mi cabeza, mi cuerpo… iban al ritmo de las risas del grupo. Ese ritmo que me hizo llegar a meta.
Faltando 16 km para meta, me dolían las rodillas tanto que pensé en el abandono, pero no podía y no debía. Me había esforzado durante dos meses combinando entrenamientos del futbol con el maratón. Y en meta me esperaba mi hija. No les podía fallar!! Como tampoco podía fallar a mis compañeros de la manada, que se pusieron a un ritmo acorde al mío. Muchas gracias compañeros.
El peor momento lo pasé a falta de 2km. Me dolía todo el tren inferior, no podía apenas correr. Lloraba de rabia e impotencia. Los ánimos de mi hermano Carlos y de los demás compañeros me hicieron llegar a meta. Estoy convencido que sin su ayuda no hubiese podido avanzar.
Y llego el momento de la emoción. Llegamos a meta como un equipo, como amigos, como  GRANDES personas, como una manada. Sé que todos mis compañeros hubiesen podido hacer mejor marca, pero por ayudarme especialmente a mi, dejaron su crono personal para hacer un espectacular crono colectivo!!
No quisiera dejar de mencionar a todos los compañeros/as del club que nos animaban y nos auxiliaban en los avituallamientos. Esa ayuda me recargaba las pilas, así como a nuestras familias. Y como no, a mi mujer. La paciencia que ha tenido aceptando que fuera a entrenar habiendo parido haciendo pocos días, la verdad, le debo mucho.
Ahora toca pensar en el próximo reto!!

Javier Asin

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